
La mítica banda irlandesa U2 dio un verdadero recital en San Sebastián el pasado domingo ante 45.000 enfervorecidos espectadores. La ciudad vasca, tras la celebración de su 58 Festival de Cine, se volcó con el concierto. Durante días, decenas de fans habían hecho cola ante las puertas del estadio de Anoeta para ser los primeros en entrar y disfrutar del espectacular montaje. San Sebastián se rindió desde el primer momento a la inconfundible voz de Bono y a la guitarra de The Edge. No será la última actuación en España, ya que el jueves será el turno de Sevilla, que aguarda impaciente.
Más que música, U2 se ha convertido con el paso del tiempo en un fenómeno de masas, en una manifestación del ocio a una escala monumental. El montaje del estratosférico escenario utilizado en la gira 360ª Tour no deja a nadie indiferente por su magnitud y espectacularidad. Todo lo que rodea a este grupo adquiere las proporciones de las grandes producciones del cine clásico, como un gran circo del rock ante el cual nadie resiste durante mucho tiempo ante el empuje y la fuerza que transmite.
Incombustible, Bono hizo suyo al respetable nada más salir al escenario. Del baúl de los recuerdos sacó temas como "With or without you", o "I'm still haven't found what I'm looking for", entre otros, más algunos de los éxitos del último disco de la banda, "No line on the Horizon". Tras el derroche,la calma, aunque dura poco tiempo. Sevilla ya espera con los brazos abiertos el desembarco musical de U2.
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