
El celuloide siempre tiene la magia añadida de la alfombra roja por la que desfilan las celebridades que hacen las delicias de diseñadores, fans, cinéfilos... El mes de febrero siempre es propicio para disfrutar de esta otra vertiente del cine, la que contribuye a mirar de reojo a pie de pasarela al rival de diseñador o saborear las mieles del éxito de elección de vestido cuando desde el corrillo de fotógrafos emanan palabras y adjetivos grandilocuentes hacia quien ha acertado con el diseño.
Los Goya dejaron el sinsabor de nuevo a Almodóvar, quien a pesar de no acceder a todos los galardones esperados sí que supo lucir de equipo en la afamada alfombra roja. Como lo hizo Elena Anaya con su Goya a la mejor actriz; o José Coronado, desmarcado del director manchego que entonó un 'por fin' al conocer que él había sido designado por la Academia como el mejor actor de la edición.
La misma magia, pero con mayúsculas, viviremos el próximo domingo en la alfombra de los Oscars. Como representación española, este año sólo contaremos como presencia más destacada la de Fernando Trueba, que parte como favorito para el Oscar a la mejor película de animación por Chico&Rita.
Con todo, los Goya y los Oscar dejan un sabor de glamour y de eventos cinéfilos por definición en este mes de febrero que se viste de gala para la ocasión.