Rafael Álvarez, «El Brujo», lleva a Valencia a partir del próximo 3 de noviembre su último hechizo escénico. El actor cordobés nacido en Lucena en 1950 se transforma esta vez en «El testigo», una obra basada en un texto del gaditano Fernando Quiñones (Chiclana, 1930-Cádiz, 1998), y que incluyó en el libro Nos han dejado solos (Planeta, 1980). El espectáculo llega ahora al céntrico teatro Olympia, hasta el próximo día 14 de noviembre. Una oportunidad única para admirar en la capital de la Comunitat Valenciana a quienes muchos consideran el mejor actor español de teatro.
A solas sobre las tablas, como de costumbre, Rafael Álvarez mueve en ellas el personaje ficticio de Miguel Pantalón, artista que es compendio de diversos cantaores a los que el propio Quiñones admiraba. Cmo sostiene el propio Álvarez en su página web: "Cuando leí por primera vez "El testigo" oí "la voz". Me ocurrió hace años cuando hice "La taberna fantástica". Y nunca más. Ese es el motivo real por el cual yo estoy involucrado en este trabajo. Además, es una deuda antigua. El flamenco fue para mí un ritual de iniciación al arte y fue un método secreto para ganar seguridad cuando comencé a trabajar en el teatro. A los tonos y a los gritos del cante yo les debo mucho como actor. Mi voz se permeó de todo ello, como de todo lo que oí en mi infancia en Andalucia".
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