El prestigioso Museo del Prado (Madrid) expone las 90 obras del pintor barroco flamenco Peter Paul Rubens hasta el próximo 23 de enero. La particularidad de la muestra es que dentro de la colección, 20 cuadros llevan una década sin mostrarse al público.
Además, la propia exposición cuenta con la originalidad de que todas las obras están situadas de forma continua, una al lado de otra, con lo que el espectador queda inmerso en el universo de Rubens, el mismo universo que ha servido de inspiración a artistas posteriores.
Este maestro de maestros fue una de las mayores devociones del rey Felipe IV, pues el monarca llegó a coleccionar obras como “Las Tres Gracias” tras la muerte del pintor. Entre las obras se pueden observar cuadros tan populares como el retrato ecuestre del Duque de Lerma o el que pintó cuando falleció “Perseo liberando a Andrómeda”.
La colección ofrece temas de lo más variopintos como cuadros religiosos, retratos o paisajes, entre otros, que además cuentan con la ventaja de estar ubicados cronológicamente, por lo que el público no se perderá en ese inmenso recorrido que supone toda una vida dedicada a la pintura como fue la de Rubens.
La muestra ha coincidido con las obras de remodelación de las salas que el Prado dedica a Rubens, y lo ha hecho de una manera inmejorable: ofreciendo toda una colección que pretende no dejar indiferente a nadie y que transmite la genialidad de uno de los pintores más representativos del barroco.
En suma, se trata de hacer llegar al espectador la grandiosidad y la fuerza de los cuadros de Rubens en general, pero dejando que el espectador saboree el arte de este pintor de manera particular.
Además, la propia exposición cuenta con la originalidad de que todas las obras están situadas de forma continua, una al lado de otra, con lo que el espectador queda inmerso en el universo de Rubens, el mismo universo que ha servido de inspiración a artistas posteriores.
Este maestro de maestros fue una de las mayores devociones del rey Felipe IV, pues el monarca llegó a coleccionar obras como “Las Tres Gracias” tras la muerte del pintor. Entre las obras se pueden observar cuadros tan populares como el retrato ecuestre del Duque de Lerma o el que pintó cuando falleció “Perseo liberando a Andrómeda”.
La colección ofrece temas de lo más variopintos como cuadros religiosos, retratos o paisajes, entre otros, que además cuentan con la ventaja de estar ubicados cronológicamente, por lo que el público no se perderá en ese inmenso recorrido que supone toda una vida dedicada a la pintura como fue la de Rubens.
La muestra ha coincidido con las obras de remodelación de las salas que el Prado dedica a Rubens, y lo ha hecho de una manera inmejorable: ofreciendo toda una colección que pretende no dejar indiferente a nadie y que transmite la genialidad de uno de los pintores más representativos del barroco.
En suma, se trata de hacer llegar al espectador la grandiosidad y la fuerza de los cuadros de Rubens en general, pero dejando que el espectador saboree el arte de este pintor de manera particular.
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